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1879 A 2001 LA BANDA AYER Y HOY






Para completar el relato de las actividades de la banda de música de la ciudad hasta nuestros dias podemos citar brevemente los restantes organismos que tuvieron protagonismo, y de los cuales por su cercania a nuestra época hoy contamos con los testimonios de gente allegada a la misma.

Banda de Bomberos (1965)




En ellos se revelan como períodos principales de actividad, la banda infantil en las épocas del intendente Deiver, por los años 40, la banda de los bomberos en los 60, y en su ultimo periodo desde mediados de los 70 hasta el 2001 la banda municipal.
En este último periodo la dirección del elenco musical estuvo a cargo del maestro Paez durante mas de 15 años, durante la intendencia de Cabezas y Veglia, y luego en cortos períodos de 2 años cada uno, en la intendencia de Veglia el maestro Castro, oriundo de la ciudad de Oncativo, y  Raul Soria, músico villamariense de larga trayectoria en el medio local, y por último durante la intendencia de Acastello,  quien escribe estas líneas, hasta su cierre en el año 2001.


Banda de los bomberos (foto cedida por Ligris Suarez)
La actividad de las bandas de música, es compleja de describir y analizar dadas las múltiples miradas que sobre la misma se pueden realizar.  La descripción de la misma  puede incluir  las repercusiones sociales e individuales, los círculos de actuaciones, el repertorio, el rol  institucional, la profesionalización de la tarea o lo amateur de la misma. Tampoco no se debe desconocer el entorno en el que se desarrolla, es decir la sociedad y los paradigmas de la misma en el momento en que se analiza su tarea,  lo que hace mas complejo aun su descripción.


Desde el punto de vista musical,  con respecto a lo resultante de todo este movimiento generado por las bandas, creemos importante destacar como factor de vital importancia para la ciudad, la creación y formación de músicos ejecutantes de instrumentos de viento y percusión,  que enriquecieron el ambiente musical local a lo largo de su historia, principalmente en la etapa de consolidación de la ciudad. Es evidente -en la actualidad- la carencia de este tipo de instrumentistas en el ambiente villamariense, que podría ser una clara consecuencia  de la inactividad de la banda desde hace ya 10 años, a pesar de que existe mayor oferta educativa, tanto oficial como privada para iniciarse y profesionalizarse en la práctica musical. Los diversos orgánicos, orquestas, bandas y agrupaciones, que requieren la participación de este tipo de instrumentos, recurren a gente de localidades vecinas para su incorporación, los cuales son músicos generalmente formados en su banda local.

La zona en la que está inserta la ciudad de Villa María goza históricamente  y en la actualidad de la presencia de bandas en todas las localidades de  sus alrededores lo que hace que resulte insólito la situación presente de carencia de una banda propia en la ciudad mas importante de la región, cuando pudimos observar desde la etapa de fundación de Villa María, la ciudad era distinguida justamente por su Banda de Música. La presencia de la misma significaba una clara voluntad de acompañar y apoyar, desde una política cultural que se proyecta en el tiempo, la vida cultural de una ciudad que se expresa, se reúne y proyecta a través de la música.

También en cuanto al aspecto musical,  es importante remarcar que si bien La Banda tuvo una importante definición en la cultura e identidad de la ciudad,  junto a las bandas de todo el interior cordobés colaboro en el desarrollo de un   movimiento musical a nivel regional, impregnando  la cultura de todo el interior de la provincia de Córdoba, y  trascendiendo las fronteras de ésta, convirtiéndose en  una propuesta reconocida y emulada en todo el país.

En cuanto al aspecto social en la época que actuó la banda, este conjunto musical  resulto como un elemento de cohesion de las distintas culturas que poblaron el lugar, en el cual los individuos compartían su experiencia de ejecutar música en conjunto con sus pares de distintos orígenes. El hecho de tener la banda su origen en los cuarteles militares en Villa Nueva o dependiente del municipio en Villa Maria, y funcionar como institución de la nación Argentina, hizo adoptar a los integrantes de este elenco nuestra nacionalidad como propia (recordemos los relatos del sumario en los que se critica la decisión de uno de los integrantes de negarse a poner una escarapela). Cabe señalar que los proyectos educativos de mediados de 1800 diseñados e implementados durante la presidencia de Sarmiento también apuntaron en este sentido, esto es en el de educar a la inmigración que se asentaba en nuestro territorio en un sentimiento nacional argentino.

La carencia de este organismo en nuestros días podemos considerarlo como un factor mas que contribuye a la crisis en la  educación general de la poblacion en la que estamos inmersos en la actualidad. Al adjudicar  la responsabilidad de esta situación solamente a la escuela pública cometemos el error de ignorar que la educación es mucho mas que el aprendizaje de contenidos. En nuestro caso, en la enseñanza de la música además de los contenidos especificamente musicales, se desarrollan aspectos integrales de la persona , encontrando puntualmente el trabajo de tipo intelectual, el aprendizaje de  conductas para el trabajo grupal, el conocimiento de la cultura general, se brinda un ámbito en donde los participantes se sienten contenidos en un proyecto comun, se fortalece el vinculo de los integrantes con instituciones que los albergan etc.

En la actualidad la crisis cultural y  social, no el economico, en la que estamos inmersos acciona en el hecho de la banda llevando a su cierre y complicando aun mas la situacion de todos los actores implicados, músicos y sociedad, acentuando en la espiral negativa que actualmente degrada a nuestro país. 

Desde el punto de vista cultural de la ciudad y la sociedad villamariense, las bandas a lo largo de su historia sirvieron como un elemento que hizo a la identidad de la población. Lo que ha fines de 1800 fue planteado como un elemento musical de integración y de función militar o como un elemento de reproducción de las culturas originales de los inmigrantes, en la actualidad este producto inicial se ha desarrollado y ha pasado a ser algo propio que distingue a los villamarienses ya no solo en su dimensión musical sino también en sus rasgos culturales generales, convirtiéndose así en su patrimonio, en los días de hoy perdido.

Una vez mas recordemos la carta de Bonet que da inicio a este libro  y en la que plasma su idea de lo que significa la banda, alegria de un pueblo, es el orgullo y el progreso. Consideremos estas palabras en una época en que la concepcion que se tenía respecto a  la cultura, la identidad o la sociedad no es la misma que en la actualidad y todo se realizaba con objetivos diferentes a como se los podría realizar en la actualidad, respondiendo a proyectos políticos y económicos guiados por los adelantos que se han producido a través del siglo pasado en cuanto a los conocimientos en la música, en la educación, la pedagogía, las actividades de tipo social, la cultura etc. Pero si es necesario reconocer en esta voluntad de los músicos de antaño de crear música, un impulso vital que en nada se diferencia de lo que se pueda realizar en la actualidad, y del que  los artistas de hoy deberíamos  tomar de ella el ejemplo y en este simple hecho reconocer la importancia en nuestra actividad  como forma de trascender, mas alla del éxito material o personal.
Dedicamos este poema, a modo de homenaje a todos los músicos, hoy anónimos, que participaron de los distintos elencos de la Banda de Musica o hicieron música en la ciudad, y artistas en general a quienes debemos nuestra identidad.

Hasta que el pueblo las canta,
las coplas, coplas no son,
y cuando las canta el pueblo,
ya nadie sabe el autor.

Procura tú que tus coplas
vayan al pueblo a parar,
aunque dejen de ser tuyas
para ser de los demás.

Que, al fundir el corazón
en el alma popular,
lo que se pierde de nombre
se gana de eternidad[1].







[1] Poema “La copla”, Manuel Machado